¿Te imaginas cómo se siente tener el peso de una nación en los pies, en medio de un Mundial, tras 40 años sin semifinal? Eso sucedió el 2 de julio de 2010, en el partido Uruguay–Ghana, cuando Sebastián “El Loco” Abreu ejecutó un penal que se volvió leyenda. A 15 años del Mundial 2010 y de ese momento, revivimos el instante en que Abreu, con una audacia única, encontró la gloria. Un momento que quedó en la memoria de todos los amantes del deporte uruguayos.
El duelo decisivo: Uruguay vs Ghana en Cuartos de Final
Uruguay llegó invicto tras dejar en el camino a Corea del Sur, pero su rival fue Ghana, último contendiente africano, con hambre de semifinales.
El partido culminó 1‑1 tras la prórroga, y los penales definieron el pase. Un partido no apto para personas con problemas cardíacos.
Una secuencia dramática: Suárez salvó a Uruguay en los últimos minutos, tocando la pelota que se metía en la red, con Muslera ya vencido y la mano de Suárez nos salva del gol... Pero el juez claramente la ve y cobra penal. Penal y roja para Suárez que sale llorando de la cancha para los vestuarios, sin querer ver la ejecución del. Asamoah Gyan erra el penal, Suárez festeja como un desquiciado. Lo que parecía ir en contra de Uruguay, el penal provocado por él, había dejado con chances a su celeste del alma. Minutos después... Los penales: Fernando Muslera atajó uno, Maxi Pereira falló otro, y finalmente Abreu se convirtió en el héroe nacional
Entrevista Loco Abreu sobre el penal que picó contra Ghana
“El Maestro me puso tercero… yo pedí ser quinto”
En una entrevista inolvidable, Abreu reveló detalles íntimos que muestran por qué ese penal es legendario:
“El Maestro me puso tercero en la lista. Le pedí que me dejara quinto y aceptó. Yo intuía que podía ser mi momento con la selección uruguaya.”
Mientras se preparaban, le iba preguntando a Jorge Fucile si el arquero se lanzaba antes. Al primero y segundo penal, Fucile respondió: “sí, loco”. Al tercero llegó la paciencia:
Abreu: “¿Fuci, se tiró antes el arquero?”
Fucile: “Sí, Loco, ¡picala y no me rompas las bolas.”
Ese consejo hilarante bastó. Abreu tomó carrera pausada, lo elevó sutilmente y la pelota picó en el centro, desató la locura de millones y quedó grabado como un acto sublime de temple.
A lo Panenka, con nervios de acero
El mundo lo comparó con Antonín Panenka, pionero del penal "vaselina" en la Eurocopa del 1976. Abreu no solo lo imitó: lo reinventó. Tal vez su mayor acierto fue confiar plenamente en su instinto, sabiendo que esa era una oportunidad irrepetible.
Era guillotina: o gloria o quedar fuera de escena
En otra entrevista, Abreu reflexionó sobre la magnitud de ese momento:
“Pero acá, era guillotina. O sea, si erraba el penal, no estaba haciendo esta nota, ¡estaba escondido en una tatucera en Kosovo! Me hubiera hecho un cambio facial...”
Nada más elocuente: esa imagen transmite el vértigo entre la gloria y el anonimato.
Contexto histórico y significado para Uruguay
Primero, rompió una racha de 40 años sin semifinal de Mundial. La última había sido en 1970.
Después, elevó a Uruguay entre los cuatro mejores del mundo, junto a leyendas como Forlán y Suárez .
El “picala” de Abreu se convirtió en una metáfora popular: “Tomar decisiones con valentía”.
La mano de Suárez también fue un momento épico para Uruguay.
De hecho, ese partido tan vertiginoso, fue elegido como uno de los mejores partidos de fútbol de la historia por varios medios.
Enseñanzas que trascienden el deporte
Preparación + confianza: entrenó penales con Tabárez, incluso si fallaba.
Persistencia: pidió lanzar el quinto, no el tercero.
Comunicación real: en medio de la tensión, se manejó con humor con Fucile.
Autoconfianza extrema: al elegir una vaselina en ese momento.
Un mensaje para la vida: cuando se presenta tu oportunidad, hay que tener temple y claridad.
¿Por qué sigue siendo gigante?
Porque une lo técnico (ejecución perfecta) con lo humano (miedo, broma, empatía).
Porque resuena más allá del deporte: es una historia de valor en circunstancias extremas.
Porque Uruguay revive cada vez que se recuerda ese “picalá”.
¿Qué dijo la gente?
Un hombre en Reddit lo resumió bien tras 15 años:
“No me extraña que le dijeran ‘el loco’ Abreu. ¡Qué penal más arriesgado…”
Y no le falta razón.
Conclusión: 15 años de una leyenda que no se borra
Hoy, 2 de julio, se celebran 15 años de un momento que marcó a todo un país y al fútbol mundial. No fue solo un penal: fue una lección de coraje, guión perfecto entre nervios y genialidad, con el Maestro Tabárez como artífice, Fucile como cómplice, y un loco que jamás pasó desapercibido.
Cada aniversario revive ese latido nacional. Uruguay entero sintió ese gigante en sus venas.