Como sigamos a este ritmo, seguramente no haya mucho medio ambiente del que
preocuparnos más allá de 2050. Por todo ello, una gran cantidad de países
firmaron la Agenda de 2030 y los consiguientes Objetivos de Desarrollo
Sostenible, mediante la cual se comprometían (no tiene base legal, más allá de
una serie de multas) a realizar una serie de actividades destinadas a la mejora
de la calidad general de la vida y el cuidado del medio ambiente y la
disminución de la contaminación. Uno de los aspectos más relevantes de estos
Objetivos de Desarrollo Sostenible es la importancia que se le da a las
energías renovables.
El inicio pasa por el fin del carbono
La energía proveniente del
carbón es una de las más contaminantes. España ha asumido el compromiso de dejar
de utilizar carbón (tanto minas como centrales) para 2050, sustituyendo toda
esta energía por fuentes renovables.
Para seguir el camino
marcado, compañías eléctricas como Endesa han terminado con el uso del carbón como fuente de energía. La compañía
Endesa cerró las centrales de Andorra (Teruel) y Compostilla (León) para
centrarse en la producción de energía renovable. Sin embargo, estas centrales
no desaparecerán para siempre, sino que simplemente se cambiarán para
adaptarlas a otro tipo de energías renovables. En el caso de la central de
Andorra se espera que se pueda alcanzar los 1.000 megavatios de energía
fotovoltaica.
Superado el 17% de presencia
de renovables, España debe acelerar para alcanzar el 20% en 2020.
Los países del sol
España y Portugal son los
países con más horas de luz al día del mundo. Como fuente de energía
inagotable, el futuro de las energías limpias en España pasa por la energía
solar.
El plan a largo plazo es que
la fotovoltaica consiga sustituir progresivamente a la energía fósil, el carbón
e incluso el gas. La eliminación del impuesto al sol y los aranceles en las
placas solares son diferentes medidas adoptadas para intentar llevar las placas
y la energía solar a todos los hogares españoles. Hay que tener en cuenta que
la energía solar y el autoconsumo terminarían con la factura de la luz de
las viviendas.
Empresas y tarifas verdes
Sin embargo, uno de los
aspectos más importantes es la participación ciudadana en este aspecto. Se
pueden conseguir muchos beneficios para este tipo de energías pero si la gente
no lo apoya, será para nada.
Por ello, ya hay empresas
cuyo cien por cien de energía consumida proviene de fuentes renovables.
Por otro lado, muchas
compañías ofertan ya tarifas eléctricas en las que la luz proviene de energías
renovables.
Nos vamos a cargar el planeta a este paso. La existencia de estas nuevas energías renovables nos vendría genial para el uso de nuestras Sillas salvaescaleras . Deberíamos empezar con paneles solares ya incluidos en las nuevas viviendas. Un saludo
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