Es uno de los mejores momentos previos a la Navidad y el inicio oficial de la temporada festiva en tu hogar.
Sí, una vez que el árbol está en su lugar, ¡la Navidad definitivamente está a la vuelta de la esquina! Aquí hay algunas cosas que siempre suceden cuando lo colocas...
Cosas que siempre suceden al poner el árbol de Navidad
Es más grande de lo que piensas
Parecía perfecto en la tienda, pero ahora que intentas encajarlo en un lugar específico de tu sala, empiezas a dudar de que quepa.
¡Corta unas ramas y estará genial!
El tronco nunca encaja perfectamente en la base
Tratar de encajar el tronco del árbol en la base que compraste con el propósito específico de mantenerlo seguro puede ser una pesadilla.
Lo mejor es conseguir una base bastante delgada y apretarla bien.
Por lo general, está un poco torcido
¡Nuevamente, parecía perfecto en la tienda! Pero ahora que finalmente lo has asegurado en el lugar correcto, algo está... fuera de lugar.
Gíralo 30 grados en sentido horario. ¡Ahí está, perfecto!
Las luces son una pesadilla para desenredar
Cada año prometes guardarlas adecuadamente ¡y NUNCA lo haces! Y once meses después, vuelves a pagarlo todo de nuevo.
Y no hablemos de los bombillos fundidos...
Hay una sección que no se ve bien, no importa lo que hagas
No importa cuánto brillo le pongas, siempre hay una parte del árbol que se ve un poco desnuda.
Intenta colgar una bola extra grande en la rama... eso debería solucionarlo.
¡Se ve mágico cuando está terminado!
No importa lo desordenado que se ponga durante la decoración, todos están de acuerdo en que el árbol se ve absolutamente increíble cuando terminas.
Y cuando enciendes las luces... ahí está... ¡el mejor árbol jamás visto! ¡Rápido, publícalo en Instagram!
Conclusión:
A pesar de los desafíos y pequeños contratiempos que inevitablemente surgen al poner el árbol de Navidad, el resultado final siempre justifica el esfuerzo. Desde la sorpresa de descubrir que es más grande de lo esperado hasta la inevitable lucha con las luces enredadas, cada obstáculo contribuye a la historia única de la tradición navideña. Al final, cuando el árbol está decorado y las luces brillan, la magia de la temporada llena el hogar, creando recuerdos preciosos que perduran mucho después de que las festividades hayan pasado. Así que, a pesar de las complicaciones momentáneas, el ritual de poner el árbol de Navidad se convierte en un hermoso capítulo de la celebración anual, recordándonos la alegría y el espíritu festivo que trae consigo. ¡Felices fiestas!
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