Es MENTIRA que Imane Khelif sea trans, o que la hayan "incluído a la fuerza aunque tenga testosterona demasiado alta".
Ella es un mujer cis, y no sólo eso: pasó el examen médico del comité olímpico.
Vengan les contamos lo que pasó, a ver si dejan de compartir desinformación en las redes sociales.
Empecemos por lo obvio: en Argelia no existe el cambio de género en los documentos, o el tratamiento hormonal o cirugía de reafirmación genital en el sistema de salud. La conspiración muere ahí.
Sería imposible para Imane Khelif en su país haber transicionado antes de los 19 años, falsificado todos sus documentos y hacerse aprobar del comité olímpico argelino. Literalmente imposible.
Pero no es nuevo que la masculinicen: de niña jugaba fútbol y cuando le ganaba a los niños, ellos se enojaban e intentaban golpearla. Fue su habilidad de vencerlos en las peleas lo que la inspiró a ser boxeadora de grande.
Su padre no lo aprobó por no ser "apropiado para una chica".
En 2018 estuvo en el mundial de boxeo, la sacaron en la primera ronda. En 2019 estuvo en el mundial de boxeo, la sacaron en la primera ronda. En 2020 estuvo en los Olímpicos de Tokio, llegó a cuartos de final.
Qué raro, el rumor empezó cuando le comenzó a ir bien en 2022.
En 2022 llegó a la final del mundial de boxeo después de años de intentarlo. Fue entonces cuando transfóbicos en línea comenzaron a decir que la única manera en la que esta argelina (la primera en su país en llegar a la final) podría llegar tan lejos sería siendo hombre.
Pidieron evaluación.
A pesar de las mentiras ridículas y la descalificación de la IBA, Khelif pasó todos los exámenes médicos de los Olímpicos. Su testosterona, así como todo para lo que testean, está dentro del estándar de los juegos.
Ella no ganó por "ser secretamente un hombre", ganó porque ha entrenado muchísimo y es buenísima.